20091130

LA MIRADA...

El tiempo se volvió a parar. Los dos se miraron pero ninguno sonrió.
Para él fue cómo si su sangre se parara, cómo si todo se congelara en el aquí y el ahora.
Ella sintió arder partes de su cuerpo que creía olvidadas. Llamas abrazaban su piel y sintió calor, por fin, otra vez.
El deseo, el ansia, volvieron como hacía tiempo que no sucedía. ¿Por qué?, vale, la chica era una belleza, pero no era para tanto.
Él era alto y fibroso. Pálido y con un aspecto suave. El pelo negro como la noche y unos ojos oscuros le otorgaban un aura extraña pero atractiva.
¿Qué le hacía sentirse así? ¿Qué era lo que tenía esa chica que apagaba todos sus sentidos?

Y el momento pasó. La música volvió a sonar, alta y fuerte. La gente volvió a bailar, y el segundero siguió su curso.
Él dio media vuelta y miró el techo. Ella volvió la cara hacia sus amigas. Pero, los dos miraban por el rabillo del ojo intentando verse.
-Isabel, ¿estás bien niña?- chilló Mónica por encima del ruido.- ¿Te pasa algo?-
- ¿Eh?, no, no, tranquila. Es que estoy un poco cansada, eso es todo- mintió ella- Me voy a ir a casa.-
-¡Pero Isa, si esto acaba de empezar! ¡Todavía queda mucha noche!- se quejó su amiga.
-Lo siento, pero estoy cansada.-sentenció Isabel.
-Uffff, bueno, pues vámonos...-
-No, tranquila, quédate y pasadlo bien. Ya me voy sola.-
-¿Seguro, cariño?-
-Sí, sí, Mónica, tranquila-
-Mañana te llamo y hablamos, ¿vale cielo?-
-Vale. Pasadlo bien.-
Besó a sus amigas en la mejilla y se fue a recoger su abrigo del guardarropa.
Mientras salía buscó al chico con la mirada pero no lo encontró y, contra todo pronóstico, eso la entristeció.
Salió a la cálida y húmeda noche. Se puso a andar pensando en ese momento en el que el tiempo se paró.

Anduvo durante una hora sin rumbo fijo, sin fijarse hacia dónde la llevaban sus pasos.
Entonces algo le agarró del brazo y tiró de ella con fuerza. Cayó al suelo. Sintió un fuerte golpe en las rodillas y las palmas de las manos, seguido del calor húmedo y viscoso de la sangre. Roja, como su vestido.
Antes de que pudiera chillar tenía una mano tapándole la boca y otra sujetándola fuerte de la cintura.
Todo volvió. Las imágenes, los olores, el cuerpo cayendo en la calle, rodeado de sangre. Todo.
Las lágrimas brotaban de sus ojos, le faltaba el aire.

El terror. Había vuelto.

Continuará

5 comentarios:

  1. Noto visos de historia de vampiros, jurjur!!
    A ver que le pasa a la buenorra...

    Con respecto a lo de escribir diariamente y tal, yo no puedo en plan copo y tu, Passsis, sólo lo puedo hacer en momentos de inspiración...
    pero no te preocupes, volveraaaan...

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  2. A mi me estan sorbiendo las neuronas y otras cosas.... cuando me centre, escribiré alguna obra maestra.
    Saludos, passi.

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  3. A ti lo que te pasa es que eres un gilipollas!! Deja de trempar de una puta vez. Aqui o follamos todos o la puta al jodido rio. Coño ya!!!
    Besitos Drakon.

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  4. Redondea la historia de una puta vez, coññññññño!
    No nos tengas en ascuas, que esto parece una puta serie de tv, las cuales odio, por cierto. Danos el lujazo de una serie en DVD: capítulos al ritmo y placer del espectador.
    Grande eres, joven Passi,
    como el que más!
    Te veré pegar saltitos
    en Santo Tomás!

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  5. Sr. Dr. Guassi, sigues siendo un literator pardo. Como sigas asín, alguien te va a plagiar la idea y te vas a quedar a 2 velas..............
    Eres bueno, Tú.

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