26 de abril de 1937, entre las cuatro y media y las siete y media de la tarde, aproximadamente...
La Operación Rügen fue un ataque aéreo realizado en el transcurso de la Guerra Civil Española, por parte de la Legión Cóndor alemana (unidad aérea de la Luftwaffe) y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor de los sublevados (golpistas, franquistas, fascistas, derechistas, etc. rebelados contra el gobierno legítimo de la Segunda República), bajo el pretexto de apoyarles en su lucha contra el bolchevismo internacional.
El de Gernika fue el primer bombardeo en alfombra con el objetivo de destruir una ciudad. Las estimaciones actuales de víctimas cifran los fallecidos en 126, según el estudio más reciente y exhaustivo. (Reportaje de tres testigos gernikatarras exiliados en EE.UU.)
Varios corresponsales extranjeros, entre ellos George Steer, del diario conservador británico The Times, tuvieron ocasión de presenciar el estado de la villa después del ataque y ser testigos de la devastación recogiendo pruebas de la autoría de los hechos, pues las bombas que no habían explotado reflejaban la marca y año de fabricación (1937) de su fabricante alemán.
“Gernika estaba muy lejos de las líneas del frente. El objetivo del bombardeo era [...] la destrucción de la cuna del pueblo vasco”, describió Steer sobrecogido por el enorme incendio que presenció en la villa.
(Informe original completo de G.Steer, TimesOnLine).
El ejército alemán utilizó los efectos del bombardeo como arma política en la guerra fría que mantenía con Inglaterra, y les interesó que la prensa mundial exagerase los resultados. Así, Gernika habría sido una especie de ensayo de lo que luego serían los bombardeos masivos de la Segunda Guerra Mundial.
Paquito, aterrado por la repercusión internacional del bombardeo, negó hasta el final haber destrozado la villa que simboliza la libertad de los vascos. Su reacción fue la manipulación de los hechos acusando a los republicanos de haber quemado la ciudad, practicando una política de tierra quemada. Su servicio de propaganda se puso rápidamente a trabajar bajo la tutela de Luís Bolín, jefe de prensa de los golpistas, que 30 años después del bombardeo mantenía la versión inventada en sus memorias: “Pusieron unos bidones de gasolina junto a la iglesia e hicieron una foto que se publicó más tarde en la prensa”, explica el investigador de la historia del bombardeo, José Ángel Etxaniz.
El propio Generalísimo, en julio de 1937 en Salamanca, en una entrevista concedida a United Press, declaró: “Los rojos destruyeron Gernika premeditadamente y con fines de propaganda. Un ejército como el nuestro, que conquista ciudades como Bilbao sin disparar sobre ellas un solo cañonazo, es lo bastante para poner coto a esa difamación”. Y así, la versión oficial suplantó a la verdad durante 40 años.
(Artículo de BBCNews: "The legacy of Guernica- It is 70 years since the bombing of Guernica during Spain's Civil War. The BBC's Danny Wood visits the town to find out what the event means to Spaniards today")
Una irónica y sórdida casualidad lo constituye el hecho de que en la misma población existiera una fábrica donde se hicieran el mismo tipo de bombas y proyectiles incendiarios que cayeron sobre ésta. El bombardeo, sin embargo, obvió las fábricas, que retomaron su actividad 20 días después del bombardeo, ya al servicio de los sublevados.
En los juicios de Nuremberg (1945-1946), el entonces mariscal de la Luftwaffe, Hermann Goering declaró: "La guerra civil española dio una oportunidad de poner a prueba a mi joven fuerza aérea, así como para que mis hombres adquirieran experiencia." En 1997, el entonces presidente de Alemania, Roman Herzog, en carta leída a los supervivientes del bombardeo por el embajador alemán en España con motivo del 60 aniversario, pidió públicamente perdón por la manifiesta autoría alemana del bombardeo.
Para desesperación de los franquistas, el pintor Pablo Picasso eligió el bombardeo para la obra que el Gobierno de la República le encargó para la exposición internacional de París en 1937. Este cuadro convirtió el bombardeo en un icono. “Gernika y su árbol pasaron de ser el símbolo de los fueros de los vascos a representar la lucha de Euskadi en la Guerra Civil y convertir a la villa en un símbolo universal antifascista”, analiza el catedrático de Historia contemporánea de la Universidad del País Vasco, José Luis de la Granja.
Su interpretación es objeto de polémica, pero su valor artístico está fuera de discusión. No sólo es considerado una de las obras más importantes del arte, sino que se ha convertido en un auténtico "icono del siglo XX", símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos. (Descripción del cuadro, Wikipedia)
"Guernica" (1937) en la actualidad forma parte de los fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.
Despertarte una mañana,irte al Reina Sofía y tirarte horas viendo el Guernica, es una sensación indescriptible
ResponderEliminargracias por el comentario, Miau
ResponderEliminarCopozzzzz, ya sabes capullo, vente/veniros a Madrid y lo vemos todos juntos en vivo y en directo, que es una puta pasada....
ResponderEliminarKisses puta!