
Para conservar esta imagen, las cámaras fotográficas utilizaban hasta hace pocos años una película sensible, que hoy en día ha sido sustituída -mayoritariante- por sensores CCD y CMOS, y memorias digitales de almacenamiento informático.

El término fotografía procede del griego φως phos ("luz"), y γραφίς grafis ("diseñar", "escribir") que, en conjunto, significa "diseñar/escribir/grabar con la luz".
El desarrollo de la tecnología ha propiciado el uso masivo de la cámara, dando a veces lugar a trabajos tan interesantes como esta serie de autorretratos en los que el proceso creativo es explosivo, y el resultado comunica toda la fuerza, la inocencia, y el grito de necesidad de búsqueda a través de la imagen.

El autorretrato es uno de los ejercicios de análisis más profundos que puede hacer un artista. Implica escrutarse el rostro y conocerse hasta tal punto que la expresión que tenga en ese momento se traduzca en la imagen obtenidaEsta serie es una entre un millón, de acuerdo; todos pasamos hoy en día por procesos de análisis a través del autorretrato. Los móviles tienen cámaras, y mirarnos a nosotros mismos es natural. Pero lograr plasmar de esta forma un momento, una mirada, una verdad de presencia, es algo digno de mención.

Talento en bruto, y sin pretensiones. Eureka al primer intento.
Y ahora sí, ¿Qué pasaría si la autora de estas imágenes (de sólo catorce años) se tomara "en serio" su capacidad creativa? ¿Qué proyectos podría estar desarrollando en poco tiempo? ¿O tú mismo, o cualquiera de nosotros?

No hay comentarios:
Publicar un comentario