EN LA VERBENA DE LA VIDA

Son las fiestas del pueblo y todos los jóvenes están ansiosos porque empiece la verbena.
Esta es una de las pocas veces en las que pueden bailar sin que sus padres, vidas o quehaceres se interpongan.
Ellos les piden a ellas un baile. Ellas asienten o rechazan. Normas sencillas, gran simbolismo.
Cuando llega el baile lento, todo está en juego. Ellos van hacia las parejas préviamente escogidas, tórpemente, tartamudean una súplica ahogada y son seleccionados o rechazados.
Ahora bien, ¿qué pasa con los que son muy tímidos?, ¿qué sucede si a una chica no le ha pedido bailar quien ella quiere?
Lo más probable es que ella baile con quien se lo ha pedido. Da igual si no es la primera elección. Da igual si no es el mejor bailarín.
En cambio ellos se quedarán en una esquina de la plaza bebiendo. Haciendo bromas entre ellos y riéndose de los rechazados. Pero desearán haber sido menos tímidos cuando la chica a la que querían pedir bailar esté en brazos de otro.
Porque ellas quieren bailar contigo. Pero pueden bailar con otro. Eso no quiere decir que no se fijarán en ti para ver qué cara pones, o que no estarán deseando bailar contigo si se lo pides. Pero han ido a la verbena para bailar. Con quién bailen es otra cosa.

Así pues, ¿qué es más importante, bailar o bailar con quién quieres?
¿Qué es mejor, arriesgar o esperar a la verbena del año próximo?

Va siendo hora de empezar a bailar....

Sí, es tarde y estoy un poco bebido. Imaginad, putas.